Radiología convencional
¿En qué consiste?
El técnico radiólogo te proporcionará una bata y te pedirá que te retires la ropa y los objetos metálicos de la zona corporal donde vas a realizarte la exploración. A continuación, el técnico radiólogo te colocará de pie o tumbado entre el tubo de rayos X y la pantalla detectora para captar con una imagen las estructuras internas del área sometida a estudio. Durante la prueba, que dura unas milésimas de segundo, debes permanecer completamente quieto y aguantar la respiración cuando el técnico te lo indique.
¿Cómo debes prepararte?
¿A quién va dirigida?
La realización de una radiografía convencional está principalmente indicada en el caso de:
- Personas que presentan dolor de pecho, falta de aire o tos persistente, entre otros síntomas.
- Pacientes con sospecha de fractura de costillas, una neumonía, un edema pulmonar o pulmón encharcado, entre otras afecciones.
- Personas que han sufrido un traumatismo o caída y es necesario descartar la presencia de lesiones y fracturas en huesos y articulaciones, entre otras afecciones.
- Pacientes que requieren un estudio dental, prescrito por su médico o dentista, para estudiar la colocación, la cantidad y el desarrollo de los dientes, así como la posición de estos respecto al hueso de la mandíbula, entre otras estructuras bucodentales adyacentes.
- Personas que requieren un estudio de la columna vertebral para descartar la presencia de lesiones en vértebras y discos, dislocaciones, espolones óseos y curvaturas (escoliosis), entre otras afecciones.
- Personas que requieren de una mamografía.
- Personas que requieren de un estudio dental mediante una ortopantomografía o telerradiografía.
Instrucciones
¿Cómo debes prepararte?
Esta prueba no requiere preparación previa específica, pero es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Ropa cómoda. Acude con ropa holgada y fácil de retirar.
- Embarazo. Debes informar a tu médico o al técnico radiólogo si estás o puede que estés embarazada.
- Objetos metálicos. Debes retirarte todos los objetos metálicos situados en la zona en la que vas a realizarte el estudio (joyas, relojes, pendientes, etc.).
- Pruebas diagnósticas anteriores. Debes informar a tu médico si recientemente te has sometido a una exploración con bario, TAC o un estudio isotópico con administración de contraste. En este caso, deberás esperar entre 10 y 14 días para poder realizarte la prueba.
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