Las bacterias y virus presentes en los alimentos en mal estado a veces pueden ocasionarnos dolor de estómago y vómitos. Es lo que conocemos como intoxicación alimentaria, una patología aguda cuya duración, en la mayoría de los casos, no trasciende más de una semana. Sin embargo, cuando los síntomas de una intoxicación alimentaria persisten, pueden dar lugar a complicaciones graves. Todo depende del tipo de microorganismo involucrado, así como del estado de salud y la edad de la persona afectada.
Como en el caso de la pancreatitis, el dolor abdominal es frecuente. Si sufres una intoxicación alimentaria, en Paracelso Sagasta contamos con una unidad de Digestología, integrada por un equipo multidisciplinar de profesionales altamente especializados en la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento personalizado de múltiples patologías digestivas.
En este post te explicaremos cuáles suelen ser los principales síntomas al comer comida en mal estado, cuánto dura una intoxicación alimentaria y qué tratamiento es el más adecuado para esta enfermedad.
¿Qué es una intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria es una afección que se produce como resultado de la ingestión de sustancias tóxicas presentes en los alimentos y bebidas contaminadas. Esta manifestación suele ser causada por microorganismos infecciosos, como bacterias y virus, así como por las toxinas que estos producen. Por eso es adecuado emplear el término «toxiinfección alimentaria» (TA).
Aunque una intoxicación alimentaria puede afectar a personas de todas las edades, existen grupos que tienen un mayor riesgo de padecerla o de experimentar consecuencias más graves. Entre estos grupos se incluyen los bebés y niños pequeños, las mujeres embarazadas, las personas mayores y aquellas que sufren enfermedades crónicas.
Para prevenir este tipo de intoxicaciones, es fundamental mantener prácticas adecuadas de higiene alimentaria y prestar atención a la calidad y la manipulación de los alimentos.
Síntomas por comer comida en mal estado
Los síntomas de una intoxicación alimentaria suelen aparecer de manera repentina, unas horas o días después de haber tomado el alimento contaminado. En la mayoría de los casos son leves y se resuelven sin necesidad de tratamiento. Estos son los más comunes:
- Malestar estomacal: Sensación de pesadez, incomodidad o ardor en el estómago.
- Náuseas y vómitos
- Diarrea: Heces sueltas o acuosas, a veces con presencia de sangre.
- Dolor de estómago y calambres
- Fiebre
- Dolor de cabeza
En casos menos frecuentes, la intoxicación alimentaria puede afectar al sistema nervioso y provocar síntomas más graves, como visión borrosa o doble, debilidad muscular o pérdida de movimiento en las extremidades, hormigueo o entumecimiento e incluso cambios en la voz.
Si los síntomas persisten o empeoran, tendrás que buscar atención médica para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones adicionales.
Causas de una intoxicación alimentaria
La intoxicación alimentaria puede ser provocada por diversos factores que contaminan los alimentos. La gran mayoría de las veces los culpables son los microorganismos, aunque puede haber diferentes causas.
1. Contaminación por microorganismos
- Las bacterias, como la Salmonella, el Campylobacter y el Escherichia coli son comunes en alimentos crudos o poco cocidos, productos lácteos no pasteurizados y agua contaminada.
- Los virus, como el norovirus y el virus de la hepatitis A, pueden transmitirse a través de alimentos y agua contaminados por personas infectadas.
- Algunos parásitos, como el Anisakis, el Toxoplasma gondii y el Cryptosporidium, pueden contaminar carnes crudas o poco cocidas, así como frutas y verduras mal lavadas.
2. Contaminación cruzada
Además, los microorganismos de alimentos crudos pueden transferirse a los alimentos listos para consumir. Es lo que conocemos como contaminación cruzada, y es debida a una mala manipulación, a utensilios sucios o a superficies contaminadas.
3. Manipulación inadecuada de alimentos
- El almacenamiento incorrecto de alimentos perecederos a temperaturas inapropiadas favorece el crecimiento bacteriano.
- Cocinar algunos alimentos de forma insuficiente puede producir una intoxicación alimentaria, especialmente carnes, aves y huevos, que no alcanzan las temperaturas necesarias para eliminar los microorganismos.
4. Contaminación química
Ciertas sustancias químicas tóxicas, como pesticidas, productos de limpieza no aptos para uso alimentario y metales pesados, pueden contaminar la producción, el procesamiento o almacenamiento de los alimentos.
Todas estas causas pueden prevenirse con ciertas prácticas adecuadas, como lavarse las manos con frecuencia, cocinar los alimentos a temperaturas seguras y almacenarlos adecuadamente.
¿Cuánto dura una intoxicación alimentaria?
En general, la duración de una intoxicación alimentaria es breve, de alrededor de una semana. Dependerá del estado de salud general de cada persona, su edad y el origen de la toxiinfección.
Pero lo cierto es que otras veces pueden producirse complicaciones, sobre todo entre los grupos considerados de riesgo.
La deshidratación, una enfermedad multisistémica, daños en el sistema nervioso, algunos síndromes y abortos espontáneos o nacimientos prematuros, en el caso de las embarazadas infectadas por la listeria, son algunos de los principales peligros.
Intoxicación alimentaria: tratamiento
Si los síntomas de la intoxicación alimentaria persisten o se agravan es necesario acudir a un centro médico de confianza, como Paracelso Sagasta. En nuestra unidad de Digestología, integrada por profesionales como el Doctor Ángel Ferrández, harán posible tu pronta recuperación.
En Paracelso te ofrecemos una atención personalizada y completa. Contamos con pruebas específicas para detectar diferentes tipos de virus y bacterias, con el fin de lograr un diagnóstico preciso y de forma precoz para que puedas recuperarte de la intoxicación alimentaria lo mejor posible.
Escogeremos al tratamiento más adecuado, basado en tecnologías de última generación. Pide ya tu cita a través del teléfono 976 21 81 31 o a través del Portal de Salud Online.
