A medida que envejecemos, la piel de los párpados pierde elasticidad y los músculos que los sostienen se debilitan, pudiendo generar un exceso de piel y grasa alrededor de los ojos. Además de ser una preocupación estética, en algunos casos puede afectar la visión al reducir el campo visual. Para corregir este problema, se puede recurrir a la blefaroplastia, una de las intervenciones quirúrgicas más comunes. El Dr. Puertas, médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de Paracelso Sagasta, te explica todo lo que necesitas saber sobre este procedimiento.
¿Qué es la blefaroplastia?
La blefaroplastia es una intervención quirúrgica diseñada para eliminar el exceso de piel, grasa y músculo en los párpados. Con ella, se puede corregir la caída de los párpados superiores y reducir las bolsas en los inferiores, logrando una apariencia más joven y descansada.
Según las necesidades de cada paciente, esta intervención puede realizarse únicamente en los párpados superiores, en los inferiores o en ambos en una sola sesión quirúrgica.
Es muy habitual combinar esta intervención con otros tratamientos médico-estéticos como son los neuromoduladores (toxina botulínica o bótox) en las “patas de gallo”, frente y entrecejo así como con otros procedimientos quirúrgicos como el lifting de cejas.
El pre-operatorio
Antes de la intervención, el especialista evaluará tu caso y te explicará los resultados que puedes esperar. También analizará tu historial médico y, en ocasiones, realizará pruebas oculares para medir la producción lagrimal, la estructura de los párpados y la visión periférica.
Además, el cirujano te proporcionará instrucciones claras sobre cómo prepararte para la cirugía. Esto incluirá recomendaciones sobre alimentación, hidratación, consumo de tabaco y uso de medicamentos, así como la higiene facial previa al procedimiento.
La operación
La blefaroplastia suele realizarse de forma ambulatoria, es decir, no requiere hospitalización y el paciente podrá volver a su hogar apenas unas horas tras la intervención. La cirugía se lleva a cabo habitualmente con anestesia local, con o sin sedación, y tiene una duración aproximada de entre una y dos horas, dependiendo del caso.
Durante el procedimiento, el cirujano actuará sobre los párpados liberando y eliminando el exceso de piel y tensando el músculo orbicular. Las incisiones se realizan en el pliegue natural de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas en los inferiores, para minimizar la visibilidad de las cicatrices.
En la mayoría de casos, ya que únicamente se busca eliminar bolsas en los párpados inferiores, se puede optar por una blefaroplastia transconjuntival. Este método realiza la incisión en el interior del párpado inferior, evitando cicatrices visibles externas.
La blefaroplastia es una cirugía muy agradecida, pero debe llevarse a cabo por manos expertas para garantizar unos buenos resultados postoperatorios y minimizar los riesgos asociados.
El post-operatorio
Tras la cirugía, se aplicará una pomada en los ojos del paciente y, en algunos casos, un vendaje suave. Es normal que los ojos se sientan tensos o doloridos a medida que desaparece el efecto de la anestesia.
Durante las primeras semanas es posible experimentar lagrimeo excesivo, hipersensibilidad a la luz y cambios leves y transitorios en la agudeza visual, como visión borrosa. Además, pueden aparecer hinchazón, hematomas y sensación de entumecimiento en los párpados, que irán disminuyendo gradualmente con el tiempo.
El médico puede recomendar el uso de compresas frías durante los primeros días para reducir la inflamación, así como mantener la cabeza elevada al dormir. También es importante evitar actividades que requieran esfuerzo físico, el uso de lentes de contacto y la exposición directa al sol, ya que la piel del área tratada estará más sensible.
Las cicatrices pueden permanecer un poco rosadas durante 3 meses o más después de la cirugía, pero con el tiempo se desvanecerán hasta convertirse en líneas delgadas y blancas casi imperceptibles gracias a la ubicación estratégica de las incisiones.
Antes y después de una blefaroplastia
La blefaroplastia no solo mejora la apariencia de los párpados, sino que también puede contribuir a una mejora de la calidad de vida en casos donde el exceso de piel afecta la visión. Si estás considerando esta intervención, es fundamental contar con la evaluación de un cirujano especializado
El Dr. Puertas, especialista en Cirugía Plástica de Paracelso Sagasta, te acompañará durante todo el proceso, desde las primeras consultas de valoración, hasta el seguimiento post-operatorio. Su enfoque personalizado asegura resultados naturales que combinan estética y funcionalidad. No dudes en programar tu consulta.