La radiografía y la ecografía son algunas de las pruebas diagnósticas por la imagen más comunes y, aunque a menudo se puedan confundir, existen divergencias importantes entre ambas.
Diferencias entre radiografía y ecografía
La radiografía es una prueba diagnóstica que utiliza radiación ionizante o rayos X para obtener imágenes de estructuras óseas e internas del cuerpo. Por su lado, la ecografía es una prueba diagnóstica que utiliza ondas sonoras o ultrasonidos y permite obtener imágenes de tejidos blandos, órganos y vísceras, permitiendo visualizar en tiempo real los movimientos de los tejidos y órganos.
Indicaciones para realizarlas
La radiografía es una prueba idónea para evaluar lesiones del tejido esquelético y la patología pulmonar, como por ejemplo, lesiones en huesos, fracturas, patologías articulares, de tórax y abdomen, entre otras. Se trata de una prueba rápida e indolora que permite adquirir imágenes de forma instantánea y en dos dimensiones del área objeto de estudio.
Sin embargo, la ecografía es una prueba clave en el embarazo y el diagnóstico de múltiples patologías, tales como hemorragias, seguimiento durante el embarazo, tumores, patologías cardiovasculares, entre otras.
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