Ante el incremento del número de personas que realizan actividades deportivas y varios casos de muerte súbita registrados en los últimos meses, los médicos insisten en la importancia de someterse a un adecuado reconocimiento físico previo. Desde el Centro Médico Paracelso Sagasta, el cardiólogo Adolfo Marquina recalca los beneficios de practicar deporte y su utilidad incluso para prevenir patologías, pero da una prioridad alta al electrocardiograma basal, “una prueba que deberían hacerse todos los deportistas, no solo los profesionales”.
Cada vez son más personas las que practican deporte, ya sea como una alternativa de ocio o fijándose unos determinados objetivos competitivos. Pero últimamente han sido varios los casos de muerte súbita que han alertado a la sociedad en gran medida. De ahí que los profesionales de la Medicina aseguren que es fundamental que cualquier deportista se someta previamente a unas pruebas que dictaminen su estado de salud.
«El reconocimiento médico está recomendado, fundamentalmente, para aquellas personas que, haciendo deporte a nivel recreacional, tengan importantes factores de riesgo cardiovascular, fumadores, hipertensos, con problemas de colesterol, que no hayan hecho deporte en mucho tiempo o con edades por encima de los 40 o 50 años«, indica el cardiólogo del Centro Médico Paracelso Sagasta Adolfo Marquina. También recuerda que «en muchos países, como Francia o Italia, todos los que participan en eventos organizados tienen que pasar diversas pruebas que certifiquen su estado de salud«.
Es más, el doctor subraya que «un adecuado reconocimiento médico puede detectar alteraciones cardíacas que constituyen un riesgo de muerte súbita en la práctica deportiva«. Así, asegura que deben ser pruebas no invasivas y que aporten información. «Determinadas cardiopatías o problemas de corazón que predisponen a las arritmias o a la muerte súbita se diagnostican con una prueba tan básica como un electrocardiograma«, afirma. Por otra parte, asume que «_hay otras muy difíciles de diagnosticar y otras que no pueden anticiparse».
A su vez, Marquina apunta que no existe un reconocimiento estándar y que será con una primera observación cuando el especialista determine, atendiendo a cada perfil, qué pruebas se realizarán. Sin embargo, comenta que hay algunas «que deberían hacerse todos los deportistas, no solo los profesionales«. En este sentido, da una prioridad alta al electrocardiograma basal, «que es sencillo, no invasivo y económico«. Otros procedimientos a realizar más adelante podrían ser un ecocardiograma, que por ultrasonidos analiza la morfología del corazón, o una prueba de esfuerzo, que valora el funcionamiento eléctrico del órgano y se descartan cardiopatías.
Los resultados de los reconocimientos médicos certifican en la gran mayoría de los casos que no existe ninguna alteración y no se contraindica la práctica deportiva, argumenta Marquina. Desde el punto de vista de un profesional de la salud, lo más importante es «primero, que la gente conozca sus limitaciones a la hora de hacer deporte, y, después, que lo practique de forma segura«, valora Marquina. En este sentido, incide en «los beneficios que genera el deporte, sea el que sea y a la edad que sea, pero teniendo en cuenta algunas matizaciones».
Deporte a la medida para pacientes cardiópatas
De esta forma, asegura que correr los fines de semana, jugar al pádel o al fútbol es «fundamental desde el punto de vista de la salud cardiovascular, a la vez que es positivo para otras enfermedades y prevenir otras patologías«. Además, el doctor destaca que «el deporte se lo aconsejamos incluso a pacientes cardiópatas de una forma que se ajuste a sus características«.