¿Por qué es importante la detección precoz de la enfermedad renal crónica? La insuficiencia renal puede no dar ninguna señal en sus primeras etapas, por lo que se considera “una enfermedad silente”. Así lo apunta la Dra. Vanessa Guerrero Granados, nefróloga de Paracelso Sagasta, que incide en que solo efectuando un diagnóstico precoz es posible pautar un tratamiento que evite o ralentice la progresión de la patología.
Responde a nuestras preguntas la doctora Vanessa Guerrero Granados, a quien encontrarás en la consulta de Nefrología de nuestro centro médico en Zaragoza.
¿Qué es la insuficiencia renal?
El riñón es un órgano que se encarga principalmente, entre otras funciones, de depurar toxinas y de regular el volumen de líquidos de nuestro organismo.
Llamamos insuficiencia renal a la incapacidad que tienen nuestros riñones de realizar correctamente esta función.
Si la causa o la enfermedad aparece de forma brusca o en un periodo corto de tiempo lo llamamos insuficiencia renal aguda. Sin embargo, si lo hace en un periodo más largo de tiempo o de forma más progresiva y lenta lo llamamos insuficiencia renal crónica.
¿Qué factores de riesgo causan su aparición?
La enfermedad renal crónica tiene múltiples causas. Algunas pueden ser genéticas, como la poliquistosis renal, otras pueden ser autoinmunes, asociadas a enfermedades como el Lupus Eritematoso Sistémico (LES), y otras son secundarias a enfermedades conocidas como la hipertensión, la diabetes o la arterioesclerosis. También algunos fármacos pueden ser nefrotóxicos y causar daños si los tomamos de forma prolongada y en unas dosis altas durante largos periodos de tiempo.
¿Por qué se insiste en la importancia de la detección precoz de esta patología?
La detección precoz en este caso es importante por varios motivos. El primero es que la insuficiencia renal crónica tiene diferentes estadios que van del 1 al 5, siendo el 5 el estadio terminal, es decir, aquel en el que el riñón no puede realizar casi ningún tipo de función y necesitaríamos ayuda de una terapia sustitutiva como la diálisis o un tratamiento definitivo como el trasplante.
En los primeros estadios de enfermedad no hay apenas sintomatología, por lo que la detección precoz es importante para evitar o detener la progresión a los estadios finales.
Independientemente del estadio, se puede aplicar un tratamiento con el fin de ralentizar o evitar la progresión de la enfermedad.
¿Qué síntomas pueden alertar a una persona de que podría padecer una insuficiencia renal?
La insuficiencia renal es una enfermedad que, en muchos casos, si el estadio es leve, no da ningún síntoma, es una enfermedad silente. Únicamente la podemos detectar realizando analíticas de sangre o de orina.
En estadios más avanzados sí que puede aparecer algún tipo de síntoma poco específico, como, por ejemplo:
- Náuseas o vómitos debido a la acumulación de toxinas en la sangre.
- Calambres o alteración muscular debido a la alteración del potasio o del calcio.
- Edemas o inflamación de los miembros o de las extremidades inferiores debido al acúmulo de líquidos.
- Malestar general y cansancio debido a la anemia que aparece secundaria en la enfermedad renal
- En los casos más graves, en los que la función renal se deteriora y no puede realizar ninguna función, aparecen cuadros clínicos graves como pueden ser las arritmias cardiacas o el edema agudo de pulmón.
¿Cómo se aborda esta enfermedad en Paracelso Sagasta?
Recomendamos que los pacientes se realicen una analítica de sangre y orina, al menos, una vez al año. Porque, como hemos dicho, la enfermedad renal muchas veces es silente, no da síntomas y únicamente se detecta de esta manera.
En pacientes con antecedentes familiares de enfermedad renal, enfermedades autoinmunes, hipertensión, diabetes o riesgo cardiovascular, recomendamos que se realicen también analítica de sangre y orina una o dos veces al año.
En el caso de que se detecte que el riñón esté fracasando o veamos indicios de enfermedad renal, ampliamos el diagnóstico con pruebas como ecografías y analíticas de orina o de sangre. De esta manera, podemos conocer más acerca de la función renal, de las causas que pueden haber motivado ese fracaso o ese deterioro y así establecer un diagnóstico y pautar un tratamiento, que puede ir desde una pastilla antihipertensiva hasta tratamientos más potentes como los inmunodepresores o corticoides.
Finalmente, ¿cómo podemos prevenir la aparición de la enfermedad renal?
Hay en algunos casos en los que no podemos evitar o prevenir la enfermedad renal, por ejemplo, si es una causa genética o autoinmune. Lo que sí que podemos es realizar un diagnóstico o una detección precoz para aplicar un tratamiento.
Sin embargo, las causas más frecuentes son debidas a otras enfermedades como la hipertensión o la diabetes. En estos casos es fundamental llevar un buen control de estas dos enfermedades en el domicilio, controlando las cifras de hipertensión y glucemia, así como acudiendo a los especialistas correspondientes, ya sea el nefrólogo, el cardiólogo, el endocrino o su médico de atención primaria.
Normalmente, también recomendamos en los pacientes con insuficiencia renal unos hábitos que podríamos extrapolar a la población general. Es decir, que lleven una vida activa, poco sedentaria, y una alimentación variada.
Muchas veces, en pacientes que tienen insuficiencias renales más avanzadas es necesario ajustar la dieta ya que pueden producirse elevaciones de potasio, entre otras alteraciones. Aconsejamos la ingesta de agua de mínimo litro y medio o dos litros al día y evitar fármacos nefrotóxicos, como pueden ser los antiinflamatorios tomados en grandes cantidades durante largos periodos de tiempo.
Es importante realizar analíticas de control y acudir al médico en el caso de presentar cualquier sintomatología que parezca inusual o que dure más de lo debido.