La pancreatitis es una dolencia que consiste en la inflamación del páncreas, una glándula que se encuentra en el abdomen, detrás del estómago, y que cumple funciones tanto digestivas como endocrinas.
Detectar la pancreatitis y abordar su tratamiento es un cometido del que se encargan los médicos especialistas en digestología, una especialidad médica que se ocupa de las enfermedades del aparato digestivo. Es el caso del Dr. Ángel Ferrández Arenas, digestólogo en Paracelso Sagasta.
¿Qué es la pancreatitis?
Como se comentaba al principio de este artículo, la pancreatitis consiste en la inflamación de esta importante glándula. Así, afecta a un órgano que desempeña funciones en la digestión como producir enzimas implicadas en la asimilación de nutrientes, así como hormonales, como la segregación de insulina y glucagón, hormonas que regulan el nivel de azúcar en sangre.
Tipos de pancreatitis
La inflamación del páncreas puede ser crónica o aguda, lo que determinará también la forma de abordarla. En el caso de la pancreatitis aguda, hablamos de una inflamación repentina de la glándula, en muchas ocasiones, de un órgano sano, que se prolonga durante unos días.
La pancreatitis aguda tiene una prevalencia que se sitúa entre los 50 y los 80 casos por cada 100.000 habitantes al año, según los datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo. Puede ser leve o grave, de manera que, en el primer caso, una vez cesa la inflamación, el páncreas comienza un proceso de reparación y recuperación sin incidentes. En el segundo, pueden surgir complicaciones e incluso que la inflamación se traslade a otros órganos.
La pancreatitis crónica, por el contrario, responde a una agresión de la glándula que se mantiene en el tiempo, algo que lleva aparejado que el tejido pancreático funcional se vaya destruyendo y lo sustituya uno fibroso.
Esta patología suele presentarse en pacientes con una edad por encima de los 35-40 años, aunque en el caso de las personas alcohólicas puede manifestarse antes, a los 25 o 30 años.
Causas de la pancreatitis
Aunque la pancreatitis puede responder a diferentes causas, la gran mayoría de los casos se debe a cálculos en la vesícula biliar y al consumo excesivo de alcohol. No obstante, esta enfermedad también puede encontrar sus causas en la hiperlipemia (niveles de grasa en sangre excesivos), traumatismos, la acción de fármacos, la genética, afecciones autoinmunes y diversas alteraciones, entre otras posibilidades.
Principales síntomas y diagnóstico de la pancreatitis
El dolor abdominal (95% de los casos) es el principal síntoma de la pancreatitis. Este se suele manifestar en la parte media o alta del abdomen, transmitiéndose hacia la espalda, con una intensidad de moderada a severa.
También son frecuentes los vómitos y las náuseas, así como la distensión abdominal, la sudoración y la febrícula. Y, en el caso de la pancreatitis crónica, uno de sus síntomas puede ser la disminución del peso del paciente.
Para diagnosticar la pancreatitis, el médico se orientará por los síntomas que presenta el paciente, así como por el análisis de los niveles de determinadas enzimas en sangre como la amilasa y la lipasa. Las técnicas de imagen como el escáner o la ecografía también resultarán útiles para comprobar si ha habido alteraciones en el tamaño y la forma del órgano.
Así, en Paracelso Sagasta contamos con equipos de ecografía de alta precisión y profesionales especializados en realizar este tipo de pruebas diagnósticas. Llevamos a cabo una valoración precisa y personalizada para que nuestros pacientes cuenten con un diagnóstico precoz y, por consiguiente, puedan comenzar con un pronto tratamiento.
Tratamiento de la pancreatitis
Dependiendo si se trata de una pancreatitis aguda o crónica, el tratamiento resultará distinto. En el primer caso, deberá llevarse a cabo la hospitalización del enfermo, donde se le realizará un estrecho control, se le hidratará y se le suministrarán analgésicos para abordar el dolor, además de otros fármacos y procedimientos, en función de las necesidades y la evolución de cada caso. Por ejemplo, en aquellos pacientes en los que la causa de la dolencia se encuentre en los cálculos biliares, se podrá indicar su extracción.
En cuanto a la pancreatitis crónica, el tratamiento abordará mitigar el dolor asociado a esta enfermedad, ya sea mediante la administración de fármacos, el tratamiento endoscópico y la cirugía, y en eliminar factores etológicos, como la ingesta de alcohol o el consumo de tabaco.
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