La sudoración excesiva, cuyo término clínico es hiperhidrosis, es un problema que afecta aproximadamente al 1% de la población y, aunque en muchas ocasiones no se le presta la atención debida, suele tener consecuencias sociales y psicológicas en aquellas personas que la padecen.
Si padeces sudoración excesiva, la visita al dermatólogo siempre será la opción perfecta para diagnosticar de forma adecuada esta afección elegir el tratamiento que se ajuste mejor a cada caso. En Paracelso Sagasta disponemos de un equipo interdisciplinar de profesionales altamente especializados en el diagnóstico preciso y el tratamiento personalizado de múltiples patologías dermatológicas, tales como la hiperhidrosis.
¿Qué es la hiperhidrosis y por qué sucede?
La hiperhidrosis es una afección caracterizada por un exceso de sudoración en determinadas zonas del cuerpo, como las palmas de las manos, la cara, las axilas y los pies. Se estima que entre el 1 y el 2% de la población general padece este problema, que resulta más frecuente en la horquilla de edad que abarca de los 25 a los 65 años. Esta dolencia parece tener cierto carácter hereditario, pues así se observa en aproximadamente la mitad de los casos.
Causas de la hiperhidrosis
La sudoración excesiva deriva de una hiperactividad de las glándulas sudoríparas, cuya causa puede encontrarse en una hiperestimulación nerviosa derivada del estrés, la tensión emocional, por la acción de fármacos o por la temperatura.
Es decir, las personas que la padecen muestran en las zonas normalmente afectadas, manos, pies, axilas y cara, una respuesta más intensa que la habitual, por ejemplo, a la hora de regular la temperatura corporal.
El sistema nervioso simpático o autónomo es el que se encarga de regular funciones como la sudoración, de tal manera que el exceso de actividad se vincula a la aparición de la hiperhidrosis.
Tipos de hiperhidrosis
Atendiendo a su localización, el exceso de sudor puede ser generalizado, afectando a todo el cuerpo, o localizado, esto es, en zonas concretas como cara, pies, axilas o manos.
Si atendemos a sus causas, puede ser primaria, también llamada idiopática o esencial; es decir, no tiene una causa conocida. En estos casos, los más frecuentes, la hipersudoración se localiza en las áreas corporales anteriormente nombradas y suele aparecer en la infancia y la adolescencia, aunque tiende a mejorar con los años.
De la misma forma, existe la hiperhidrosis patológica, identificada o secundaria. Su aparición se apareja a enfermedades infecciosas como la fiebre de Malta, dolencias generales como la diabetes mellitus, afecciones neurológicas y tumores. Igualmente, la intoxicación etílica, las alteraciones de la tiroides y la toma de antidepresivos, en este caso, como efecto secundario, también se engloban en esta categoría.
Síntomas de la sudoración excesiva
El principal síntoma de la hiperhidrosis es, evidentemente, es el exceso de sudoración que presenta el paciente. Esta situación puede llevar aparejados otros problemas, como el mal olor, la sobreinfección bacteriana en las plantas de los pies y el desarrollo de dermatitis de contacto y dishidrosis (aparición de pequeñas ampollas) en las manos.
Tratamientos para la sudoración excesiva
Existen diversos tratamientos farmacológicos para abordar la hiperhidrosis. De la misma forma, en determinados casos también se puede aplicar una cirugía, llamada simpatectomía toracoscópica o la iontoforesis.
Entre los tratamientos más populares, destacan:
- Los tratamientos con antitranspirantes, como el cloruro de aluminio y anticolinérgicos, como el glucopirrolato, la oxibutonina clorhidrato o el bromuro de glicopirronio.
- El tratamiento con toxina botulínica, que se lleva a cabo en los casos donde la sudoración excesiva se localiza en manos o axilas. Su acción consiste en el bloqueo de la acción de la acetilcolina en las glándulas ecrinas.
- La aplicación de corrientes eléctricas o iontoforesis también es un tratamiento indicado para los casos localizados, sobre todo, en pies y manos.
- Por último, la cirugía solo se estima en aquellos casos que no han respondido a los tratamientos ya nombrados. Esta simpatectomía torácica endoscópica bilateral ofrece resultados inmediatos, pero también puede llevar aparejado el desarrollo de sudor compensatorio; es decir, como respuesta aumentaría la sudoración en otras zonas corporales como muslos, ingles, glúteos o espalda.
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